Un joven, Enrique del Pozo, bregado en todo tipo de escenarios teatrales, y una dulce y un tanto repelente niña, Ana Anguita, debutan como pareja artística en 1977 con el ardid musical para los infantes Muy pronto hay que triunfar. El tándem Enrique y Ana verá la luz para disfrute o aberración, según se mire, de la muchachada. En 1981 editan Las aventuras de Enrique y Ana, pastiche definitivo que les aúna con la imaginería glam sin ellos saberlo. De naïf y repipi, aquella banda sonora del largometraje titulado con igual nombre se destapa como un descubrimiento de lo bizarro: una banda de neo-punk formada por unos chavalitos polluelos conocidos como Los Punkitos (“Caca-culo-pedo-pis”), otro combo impensable apodado Los Coconuts (y que daban juego para la consabida tonadilla), una pandilla maligna liderada por el verdoso en piel Barón von Nekruch (Agustín González luciendo calvorota) y el dúo maravillas haciendo bailar al “Super disco chino”. Eso sí, para glamourosa la recreación musical para la banda sonora que ofrece de “La canción de Pepa Pipa” la desternillante garganta de Millán Salcedo (Martes y Trece).

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¿Eras más de Enrique y Ana o de Parchís? ¿Qué te parecían este tipo de películas? ¿Crees que sus canciones han aguantado bien el paso del tiempo?